¿Cuántas horas debe pasar mi hijo en los medios digitales y pantallas?
El deber de los padres es asegurarse que todo lo que sus hijos visitan en internet, sea seguro y educativo. Sin embargo, un consumo excesivo e inadecuado, puede afectar la salud física del menor, así como su desarrollo personal y escolar
- Por Josefina Barceló Jiménez
- 23 SEP. 2018 - 06:00 AM
- josefina.barcelo@gfrmedia.com
- Artículo Publicado en Endi- Entrevista realizada por la periodista Josefina Barcelo a Dra. Naychaly Rivera-Nieves
Decir que los niños nacen con el chip de la tecnología, no es una idea tan descabellada como parece. Y es que desde muy pequeños, ya están familiarizados con lo que es un celular, mensajes de texto, reproductores mp3, redes sociales e internet, entre otros.
Datos de la Academia Americana de Pediatría indican que, casi el 75 % de los niños y adolescentes en Estados Unidos, poseen un celular. Los adolescentes tienen acceso al internet, ven televisión y videos y descargan aplicaciones (apps) interactivas. Las aplicaciones para móviles permiten compartir fotos, jugar y hablar por video chats. El 25% de los adolescentes dicen estar “constantemente conectados” al internet. Más del 70%, visita varias redes sociales, como Facebook, Snapchat e Instagram y en 4 de cada 5 hogares, tienen un dispositivo para jugar videojuegos.
La doctora en psicología Naychaly Rivera Nieves, fundadora del Centro PIENSA, Psicología Innovadora, en Hato Rey, asegura que la internet y otras tecnologías no son perjudiciales para los niños y adolescentes, siempre y cuando los padres estén atentos, le limiten el tiempo de su uso y dialoguen con sus hijos sobre los peligros que pueden encontrar navegando. “El deber de los padres es asegurarse que todo lo que sus hijos visitan en internet, sea seguro y educativo. Sin embargo, un consumo excesivo e inadecuado, puede afectar la salud física del menor, así como su desarrollo personal y escolar”, señala.
¿Cuántas horas al día?
Según Rivera Nieves, los padres son los primeros que tienen que dar el ejemplo. “Si los hijos ven a sus padres usando todo el tiempo la computadora o el celular, fuera de horas de trabajo, será difícil decirles a sus hijos que no hagan lo mismo. Y es que los niños y los adolescentes imitan las actitudes y los hábitos de sus padres”, advierte.
Según Rivera Nieves, los padres son los primeros que tienen que dar el ejemplo. “Si los hijos ven a sus padres usando todo el tiempo la computadora o el celular, fuera de horas de trabajo, será difícil decirles a sus hijos que no hagan lo mismo. Y es que los niños y los adolescentes imitan las actitudes y los hábitos de sus padres”, advierte.
Ahora bien, dice Rivera que, si los hijos tienen que realizar actividades escolares o buscar información para la escuela en los medios digitales, el tiempo deberá ser el que necesiten. “Pero el tiempo que dediquen a las redes sociales, videojuegos, juegos on-line, chats, y otros, debe ser controlado. Lo ideal es llegar a un acuerdo con los hijos, del tiempo que pueden utilizar los medios digitales y pantallas, teniendo en cuenta la edad, salud, personalidad y nivel de desarrollo de estos. Además, deben explicarles el motivo por el cual pasar demasiadas horas frente a una pantalla puede ser perjudicial para ellos”, subraya.
La Academia Americana de Pediatría orienta sobre el tiempo de exposición a los medios digitales y pantallas que deben estar expuestos los niños, según su edad.
Los menores de 2 años, no deben ser expuestos nunca a pantallas, inclusive la televisión. Durante esa etapa, el cerebro del niño está en crecimiento y necesita de la manipulación de objetos y el contacto directo con personas. Aunque el niño menor de dos años pueda jugar en un dispositivo digital, su cerebro no es capaz de trasladar esa experiencia a su mundo real.
De igual manera, sostiene la Academia, el tiempo máximo de exposición a pantallas para los niños entre 2 a 5 años, debe ser de una hora diaria, aunque lo ideal es 30 minutos. Los padres deben elegir los contenidos, preferiblemente educativos, tanto de la televisión como del resto de dispositivos.
A los niños entre 5 y 12 años se les puede ir aumentando el tiempo de exposición a las pantallas, entre 60 minutos a 90 minutos diarios. A esta edad, los padres deben supervisar los contenidos que vean sus hijos y habilitar los controles parentales para que no puedan acceder a páginas inadecuadas.
De los 12 a los 17 años, no deberían sobrepasar las dos horas diarias. En esta etapa, los menores hacen uso mayormente de las redes sociales, por lo que los padres deben conocer cómo funcionan y hablar con sus hijos sobre los peligros que se pueden encontrar en éstas. De hecho, por ley, los menores de 14 años no pueden abrir cuentas en la mayoría de las redes sociales.
“Aparte de esto, los hijos menores deberían usar los medios digitales en un lugar común de la casa, nunca encerrados en sus cuartos, de manera que los padres puedan supervisarlos. Además, los padres deben revisar los contenidos de los juegos y aplicaciones, estos deben estar recomendados para la edad de su hijo y que no tengan contenido de violencia ni sexo”, manifiesta la experta.
Según estudios realizados, si un niño pasa dos horas diarias frente al ordenador, está adquiriendo un hábito que a mayor edad irá en aumento.
Efectos perjudiciales
El uso excesivo de los medios digitales y pantallas puede exponer a un niño y a un adolescente a diferentes riesgos. “Puede tener problemas de salud, como sufrir dolores de cabeza, se le afecta la vista, alteraciones de sueño, agresividad, mostrarse más nervioso, más riesgo de déficit de atención, trastornos de alimentación y obesidad, entre otros. Además, cuando los contenidos son inadecuados a su edad, pueden desarrollar comportamientos violentos o acabar teniendo una imagen distorsionada de la sexualidad”, profundizó la psicóloga.
El uso excesivo de los medios digitales y pantallas puede exponer a un niño y a un adolescente a diferentes riesgos. “Puede tener problemas de salud, como sufrir dolores de cabeza, se le afecta la vista, alteraciones de sueño, agresividad, mostrarse más nervioso, más riesgo de déficit de atención, trastornos de alimentación y obesidad, entre otros. Además, cuando los contenidos son inadecuados a su edad, pueden desarrollar comportamientos violentos o acabar teniendo una imagen distorsionada de la sexualidad”, profundizó la psicóloga.
La Academia Americana de Pediatría explica sobre el riesgo para la salud, el desempeño escolar y los riesgos en la red cuando los hijos utilizan sin control los medios digitales y pantallas.
Riesgo para la salud y desempeño escolar
- Riesgo de obesidad. Ver televisión o estar frente a una pantalla de computadora por más de una hora y media al día, es un factor de riesgo de obesidad en los niños de 4 a 9 años. Los adolescentes que ven más de cinco horas al día de televisión u ordenadores, tienen cinco veces más probabilidad de tener sobrepeso, comparados con los que ven de cero a dos horas al día. Aparte de la falta de ejercicio y sedentarismo, los espectadores tienden a consumir refrigerios o a comer más mientras están frente a una pantalla.
- Problemas del sueño. Los niños y adolescentes que pasan más tiempo con las redes sociales o que duermen con los dispositivos móviles en sus habitaciones, tienen mayor riesgo de tener problemas del sueño. La exposición a la luz (en particular a la luz azul) y al contenido estimulante de las pantallas, puede demorar o interrumpir el sueño y tener efectos negativos en la escuela. Por este motivo, los niños nunca deberían tener en el dormitorio televisores, ordenadores o móviles.
- Jugadores constantes. Corren el riesgo del trastorno por juego en internet. Pasan la mayor parte de su tiempo libre en línea y muestran poco interés en sus relaciones de la “vida real”. Pueden aumentar el riesgo de depresión. Casi un 10 % de la juventud estadounidense, entre los 8 y 18 años, puede tener un trastorno por juego en internet.
- Efecto negativo en el desempeño escolar. Los niños y los adolescentes que dedican más horas a estar frente a la pantalla jugando, bajan el desempeño escolar. Y si utilizan los medios de entretenimiento al mismo tiempo que hacen las tareas, también les afecta.
Seguridad en la red
- Comportamientos riesgosos. La exposición a través de los medios de comunicación del consumo del alcohol, tabaco o comportamientos sexuales están asociados a la iniciación temprana de estos comportamientos.
- El “sexteo”, la privacidad y los predadores. El “sexteo” es la práctica de enviar imágenes desnudas o semidesnudas, así como mensajes de texto explícitos por el celular. Cerca de 12% de la juventud, entre los 10 y 19 años de edad, han enviado una foto sexual a otra persona. “Es importante que los padres hablen con sus hijos y les aclaren que, una vez que el contenido se envía y se comparte con otros, no se puede borrar ni eliminar completamente. Hay personas que pueden utilizar la foto para chantajearlos más adelante o para otros fines no deseados”, reconoció la experta.
- Delincuentes sexuales. Otro riesgo es que los delincuentes sexuales pueden estar usando las redes, los salones de chats, los correos electrónicos y los videojuegos en línea, para contactar y explotar a los niños. “Dígale a su hijo que tenga cuidado a la hora de relacionarse virtualmente con personas desconocidas, ya que muchas fingen otro perfil. No deben hablar por chat o e-mails con desconocidos, igual que harían en la calle”, sostiene la psicóloga.
- Acoso cibernético. Los niños y los adolescentes en línea pueden ser víctimas del acoso cibernético. Éste puede tener un efecto negativo a corto y largo plazo, en la vida social, el desempeño académico y la salud de la víctima. “Hable con su hijo sobre este tema y dígale que si es víctima de acoso o un amigo suyo lo es, no se debe quedar callado, que se lo diga a usted o a un maestro de su confianza”, detalló Rivera Nieves.
“Si compartimos con nuestros hijos la información relacionada con las nuevas tecnologías, si les hablamos claro, si les enseñamos con nuestro ejemplo y les buscamos alternativas en otras actividades como el deporte, la música, la lectura, entre otras, nuestros hijos podrán gozar de una vida más feliz y segura”, concluye Rivera Nieves.
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