Publicado en Endi
En el mundo de las relaciones de pareja, las reglas pueden variar tanto como las mismas personas. Y dentro de la tradicional monógama, donde reina el concepto de la fidelidad y el “hasta que la muerte nos separe”, las relaciones abiertas y el poliamor se presentan como prácticas a seguir para a las personas que no se ajustan a este molde.
En el mundo de las relaciones de pareja, las reglas pueden variar tanto como las mismas personas. Y dentro de la tradicional monógama, donde reina el concepto de la fidelidad y el “hasta que la muerte nos separe”, las relaciones abiertas y el poliamor se presentan como prácticas a seguir para a las personas que no se ajustan a este molde.
“La relación abierta es una relación en donde existe
un compromiso de que no va a haber un sentido de exclusividad o de monogamia.
Es decir, vamos a compartir con múltiples personas consentidamente, vas a saber
que estoy compartiendo con otras personas y no vas a tener ningún tipo de
alegado inconveniente”, explicó la psicóloga consejera especialista en parejas,
Naychaly Rivera Nieves.
La particularidad de las relaciones abiertas es que
no involucran sentimientos afectivos ni un compromiso fijo, ya sea que tu
pareja consienta para que tengas relaciones sexuales con otra persona o
simplemente que no tengas ningún tipo de compromiso. Según Rivera Nieves, “la
idea es que puedes tener relaciones sexuales, pero no necesariamente puedes
vincularte afectiva, amorosa o románticamente con ese otro”. Esta práctica se
da en el contexto de todo tipo de parejas, tanto heterosexuales como
homosexuales, parejas casadas o de noviazgo.
Sobre este punto, el psicólogo clínico y terapeuta
sexual, José Pando, sostiene que en una relación abierta, tanto una parte como
la otra sobreentiende y acepta de que se puede incurrir en relaciones fuera de
esa relación sin que esta en sí se afecte. No obstante, pueden existir muchas
variables que dependerán de los acuerdos entre las personas involucradas.
Pando explica que, por ejemplo, pueden existir
relaciones donde hay un compromiso o una relación larga la cual llega al
acuerdo de que si surge algo, entonces mantendrán una relación abierta. Otra
variante es la relación que establece un acuerdo mutuo de que ambos pueden
tener relaciones externas, pero no les interesa saberlo. “Muchas parejas optan
por el hecho de no condenarse por tener en un momento dado relaciones con otras
personas”, añadió.
Para Rivera Nieves, a pesar de que esta práctica
resulta atractiva para muchas personas que desean mantener cierto tipo de
libertad, no todo es color de rosa en las relaciones abiertas. “Inicialmente
tienen un beneficio porque puedes tener encuentros sexuales en diferentes
instancias y tener algún tipo de momento excitante, pero ya cuando vienen a
buscar ayuda es porque se sienten bien lacerados en la autoestima, porque se
enamoran de una de las partes y la otra persona no los toma con el nivel de
compromiso que querían”.
Además, la psicóloga explica que si la persona
cambia de expectativas y no se logra el nivel de confianza necesario, la
relación puede producir inseguridad, incertidumbre, tensión y ansiedad. Del
mismo modo, los involucrados no logran crear un vínculo íntimo y profundo, por
lo que se terminan sintiendo solos.
Por suparte, Pando, entiende que todo es parte de la
evolución de la pareja, que va a depender de la cultura y los valores
religiosos y morales. Del mismo modo, el experto entiende que desde un punto de
vista de la naturaleza humana, la monogamia no es tan natural como se piensa,
aunque admite que no todos pueden adaptarse a una relación abierta o no
monógama.
Para el especialista, hay una serie de cambios
sociodemográficos y psicosociales en el concepto de lo que es familia,
matrimonio y pareja que han permitido una mayor apertura a las relaciones
abiertas. “Hoy día, en muchos casos, la relación de pareja no se asocia con el
matrimonio”. Estos nuevos cambios psicosociales dan espacio a las relaciones
abiertas, a relaciones múltiples y al poliamor.
Te quiero a ti…y a ti también
A diferencia de las relaciones abiertas que no
conllevan ningún elemento afectivo, el poliamor se presenta como una variación
de relación no exclusiva que involucra un elemento sentimental.
“En el concepto de poliamor, son personas que dicen
que pueden amar igualmente tanto románticamente como eróticamente con la misma
intensidad a múltiples personas. Pueden ser tres, cuatro, cinco personas que se
aman con el mismo nivel de compromiso”, explica Rivera Nieves.
Poliamor, expone por su parte Pando, “no es el hecho
de que estás en la calle y te acuestas con quien sea. Tienes que tener un
afecto y la otra persona lo sabe. Hay ciertos elementos en el proceso y ciertas
reglas desde el punto de vista de cómo se establecen estas relaciones”.
Esta dinámica podría darse, por ejemplo, en la
persona que está casada y que a la vez, dice que se enamoró de otra persona.
Para que haya poliamor es necesario tener apertura en una relación, pero no
necesariamente hay poliamor en todo tipo de relación abierta.
Para que este tipo de relación no tenga
repercusiones, es importante aclarar la posición de todas las personas
involucradas. Para Nieves Rivera, es necesario entender cómo piensa la otra
persona y su punto de vista acerca del poliamor, ya que si una de las partes no
está de acuerdo, puede resultar dañino para ambos.
Tanto para las relaciones abiertas y su variante
poliamor, la psicóloga, que todavía aconseja las relaciones monógamas como las
más saludables, establece que “hay que tener mucho cuidado y pensar en los
efectos, y no solamente en la gratificación instantánea”.
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