Conexión íntima
Las relaciones de pareja satisfactorias requieren trabajo y esfuerzo permanentemente
Por Naychaly Rivera / Especial para Por Dentro
¿Alguna vez has entablado un diálogo con tu pareja sobre qué significa la intimidad entre ustedes? Usualmente la contestación es no, pero esperamos que la relación de pareja sea íntima y satisfactoria.
Y es que en las relaciones de pareja se practica de manera usual lo que denomino como “la terquedad del juego de las adivinanzas”. Este juego peligroso y nocivo para ambos en la relación consiste en que el otro sepa cómo te gustan o te disgustan las cosas, desde los aspectos más sencillos hasta áreas complejas como lo es la sexualidad.
Usualmente decimos “es que se supone que lo sepa, si me conoce” refiriéndonos a conductas o deseos que, en ocasiones, no son cumplidos por falta de conocimiento de la otra persona. A su vez, esas expectativas quedan inconclusas por falta de que la otra persona se dé por enterada. A lo que me refiero es que hemos validado el juego romántico de las adivinanzas esperando que la otra persona adivine, por arte de magia, lo que nos gusta y cómo nos gusta.
Pero las relaciones de pareja saludable no funcionan con adivinanzas. Es necesario que tanto la mujer como el hombre expresen con claridad lo que desean y cómo le gustarían fueran las cosas en su relación. Uno de los grandes problemas que identifico como psicóloga es que damos por sentado que el otro o la otra, al pasar el tiempo, nos conoce. De esta manera se pierde la comunicación, se apagan los sentimientos y se llegan a los estados de ruptura.
En investigaciones recientes de la Universidad de Sevilla, se estableció que la falta de intimidad en la relación de pareja se relaciona con estados de depresión profunda en especial en las mujeres. De igual manera, en investigaciones recientes realizadas en Puerto Rico los varones han expresado que la intimidad se ve afectada por la falta de tiempo y sobre todo por la ausencia de un dialogo e idioma común entre hombres y mujeres.
Los hombres y las mujeres, sin distinción de clase social, cultura y trasfondo de vida, compartimos necesidades y emociones universales. Deseamos sentir afecto, compresión y compañía. Estas tres necesidades básicas tienen como marco de referencia el deseo de ser aceptados tal como somos, sin mascaras y con todas nuestras imperfecciones.
Para lograr intimidad en nuestra relación, como paso inicial, debemos comprender nuestra propia naturaleza. Debemos conocer y entender tanto los aspectos positivos como en aquellas áreas negativas de nuestro ser que evitamos generalmente. Esto es esencial para poder entablar una nueva relación interpersonal y sin duda una nueva relación de pareja saludable.
Al comenzar una relación de pareja, ya sea de noviazgo o matrimonio, es necesario estar al tanto de sí mismo, entenderse, aceptarte y valorarse. Son estas las piedras angulares y elementos matrices para tener relaciones íntimas, saludables y duraderas con nosotros mismos y por supuesto con otros.
Cuando compartimos con otras personas desde la sinceridad de saber cómo somos, lo que nos gusta y disgusta, tenemos un nivel de mayor garantía de una relación exitosa. La razón de esto es que estás dando de ti, sin acomodarte a estándares que no son los tuyos. Estándares que te alejan de tu ser, que crean en ti tensión psicológica y que finalmente limitarán tu capacidad para ser feliz. Las investigaciones científicas nos indican que la calidad de tus relaciones interpersonales, en especial tu relación de pareja, van a estar directamente influenciadas por cuán sano emocionalmente puedas sentirte.
Pero, ¿cómo se logra eso? ¿Cómo ser íntimos con otros cuando tenemos miedo, cuando nuestra capacidad de compromiso es limitada y cuando pensamos que el amor es un sentimiento que nace de la nada y de la misma forma se va? Estas son preguntas en las cuales debemos reflexionar profundamente ya que la felicidad es una decisión de vida. Si te das cuentas que tienes miedo, ansiedad y sobre todo aun no logras amarte a ti mismo, es el momento de buscar ayuda. No continúes huyendo de una oportunidad de liberarte, reflexionar y crecer. Finalmente eso es lo que es un proceso de terapia.
Las relaciones íntimas, profundas y satisfactorias requieren trabajo y esfuerzo a través de la vida. En especial, debemos desarrollar una relación nosotros mismos que nos permita crecer y disfrutar de ser quienes somos. De esta forma podremos compartir con otros la mayor de las riquezas, amar y ser amado.
La autora es psicóloga consejera, del Centro PIENSA Psicología Innovadora. (nadhyan@gmail.com)
Y es que en las relaciones de pareja se practica de manera usual lo que denomino como “la terquedad del juego de las adivinanzas”. Este juego peligroso y nocivo para ambos en la relación consiste en que el otro sepa cómo te gustan o te disgustan las cosas, desde los aspectos más sencillos hasta áreas complejas como lo es la sexualidad.
Usualmente decimos “es que se supone que lo sepa, si me conoce” refiriéndonos a conductas o deseos que, en ocasiones, no son cumplidos por falta de conocimiento de la otra persona. A su vez, esas expectativas quedan inconclusas por falta de que la otra persona se dé por enterada. A lo que me refiero es que hemos validado el juego romántico de las adivinanzas esperando que la otra persona adivine, por arte de magia, lo que nos gusta y cómo nos gusta.
Pero las relaciones de pareja saludable no funcionan con adivinanzas. Es necesario que tanto la mujer como el hombre expresen con claridad lo que desean y cómo le gustarían fueran las cosas en su relación. Uno de los grandes problemas que identifico como psicóloga es que damos por sentado que el otro o la otra, al pasar el tiempo, nos conoce. De esta manera se pierde la comunicación, se apagan los sentimientos y se llegan a los estados de ruptura.
En investigaciones recientes de la Universidad de Sevilla, se estableció que la falta de intimidad en la relación de pareja se relaciona con estados de depresión profunda en especial en las mujeres. De igual manera, en investigaciones recientes realizadas en Puerto Rico los varones han expresado que la intimidad se ve afectada por la falta de tiempo y sobre todo por la ausencia de un dialogo e idioma común entre hombres y mujeres.
Los hombres y las mujeres, sin distinción de clase social, cultura y trasfondo de vida, compartimos necesidades y emociones universales. Deseamos sentir afecto, compresión y compañía. Estas tres necesidades básicas tienen como marco de referencia el deseo de ser aceptados tal como somos, sin mascaras y con todas nuestras imperfecciones.
Para lograr intimidad en nuestra relación, como paso inicial, debemos comprender nuestra propia naturaleza. Debemos conocer y entender tanto los aspectos positivos como en aquellas áreas negativas de nuestro ser que evitamos generalmente. Esto es esencial para poder entablar una nueva relación interpersonal y sin duda una nueva relación de pareja saludable.
Al comenzar una relación de pareja, ya sea de noviazgo o matrimonio, es necesario estar al tanto de sí mismo, entenderse, aceptarte y valorarse. Son estas las piedras angulares y elementos matrices para tener relaciones íntimas, saludables y duraderas con nosotros mismos y por supuesto con otros.
Cuando compartimos con otras personas desde la sinceridad de saber cómo somos, lo que nos gusta y disgusta, tenemos un nivel de mayor garantía de una relación exitosa. La razón de esto es que estás dando de ti, sin acomodarte a estándares que no son los tuyos. Estándares que te alejan de tu ser, que crean en ti tensión psicológica y que finalmente limitarán tu capacidad para ser feliz. Las investigaciones científicas nos indican que la calidad de tus relaciones interpersonales, en especial tu relación de pareja, van a estar directamente influenciadas por cuán sano emocionalmente puedas sentirte.
Pero, ¿cómo se logra eso? ¿Cómo ser íntimos con otros cuando tenemos miedo, cuando nuestra capacidad de compromiso es limitada y cuando pensamos que el amor es un sentimiento que nace de la nada y de la misma forma se va? Estas son preguntas en las cuales debemos reflexionar profundamente ya que la felicidad es una decisión de vida. Si te das cuentas que tienes miedo, ansiedad y sobre todo aun no logras amarte a ti mismo, es el momento de buscar ayuda. No continúes huyendo de una oportunidad de liberarte, reflexionar y crecer. Finalmente eso es lo que es un proceso de terapia.
Las relaciones íntimas, profundas y satisfactorias requieren trabajo y esfuerzo a través de la vida. En especial, debemos desarrollar una relación nosotros mismos que nos permita crecer y disfrutar de ser quienes somos. De esta forma podremos compartir con otros la mayor de las riquezas, amar y ser amado.
Telefono 787-667-9359
http://www.elnuevodia.com/conexionintima-1013397.html
Excelente Dra. Rivera. Gracias!
ResponderEliminar