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Maternidad como opción

Todavía muchas personas creen que la decisión de no tener hijos está expresamente vinculada a problemas de fertilidad, alguna enfermedad o a que “se hizo tarde para encargarlos”.

Por eso tampoco es extraño que muchos todavía estén convencidos de que la mujer nació para dar vida y que convertirse en madre es su objetivo principal, el momento de su máxima realización y felicidad como ser humano. Una situación que también puede pasarle a los varones, aunque en menor medida.

Se trata, de hecho, de una percepción general que se mantiene en la sociedad, opina la doctora en consejería profesional de familia, Monsita Nazario.

“Dentro de las creencias religiosas la figura de la madre se ve unida a un hombre en matrimonio porque tienen como fin la procreación. Eso es algo que sigue teniendo mucho peso y que es socialmente muy aceptado”, afirma Nazario.

En eso también coincide la psicóloga y consejera profesional Naychaly Rivera, quien resalta que por eso es que todavía hay sectores de la sociedad que insisten en que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer porque el fin que se espera es que de esa unión nazcan los hijos para que la felicidad sea completa.

Pero hoy día hay cientos de parejas que prefieren no tener hijos y no por eso dejan de ser felices. De hecho, cada vez son más las mujeres y hombres que toman la decisión de vivir una vida plena sin hijos, dedicarse cien por ciento a sus carreras, sus pasiones y sueños. Una vida en las que un tercero no se contempla.



Los Dinkys

En las nuevas modalidades de familia, la maternidad se está viendo como una opción, señala la psicóloga clínica y forense, Aida Myrna Vélez, quien cree que son decisiones que toman muchas parejas jóvenes que tienen otras prioridades, muchas de ellas económicas. También dice que se ve entre parejas mayores de 40 años que, a esa edad, ya no quieren el estrés y las tensiones que implica la crianza.

Precisamente, dice que es una tendencia que se está dando en otros países también. Y pone el ejemplo de Estados Unidos donde ha surgido lo que se conoce como dinkys que viene de las siglas DINK (Double Income No Kids o doble ingreso, sin hijos)

El término fue impuesto para describir a un nuevo segmento de consumidores compuestos por parejas jóvenes (casadas o en unión libre), entre 25 y 35 años que trabajan y no tienen intenciones de tener hijos.

“También tiene que ver con la expectativa de poder tener una mejor posición social y económica. Pero se debe entender que las personas que deciden no tener hijos no son ni mejores ni peores, ni tampoco se les puede tildar de egoístas. Son personas que han decidido, por su experiencia de vida o por convicción, no tenerlos. Y es una decisión que hay que respetar”, sostiene Vélez.



Tenerlos o no

Ciertamente, también se trata de una decisión que requiere que tanto el hombre como la mujer se eduquen correctamente y lo analicen, tanto si quieren procrear hijos como si prefieren no tenerlos o si solo quieren posponerlo por unos años.

“Es una decisión que siempre se debe tomar en pareja. Es una pregunta que se debe analizar seriamente en las conversaciones durante el noviazgo para ponerse de acuerdo en qué van a hacer. Pero la realidad es que muchas parejas no le dan importancia al tema y cuando llega el momento, van a surgir problemas graves si uno no quiere tener hijos y otro sí”, advierte Nazario.

Por eso es que no se debe cometer el error de decidir ser madre o padre de forma unilateral, creyendo que con el tiempo, la otra parte cederá y entenderá.

Tampoco se debe cometer el error de tener hijos para ocupar posibles carencias en la pareja, pensando que la llegada del niño evitará la ruptura de la relación. En ocasiones, este intento provoca el efecto contrario, y la pareja acaba por romper siendo el niño el más perjudicado.

Otras razones equivocadas para tener hijos es creer que será quien los cuide en la vejez o que es necesario que, si ya hay un hijo, tenga un hermanito para que no se críe solo, entre otras.

De ahí la importancia, insiste Nazario, en que se hable responsablemente del tema y que esta no sea una conversación trivial.

“La decisión se debe tomar basado en si la pareja está preparada para tener un hijo con toda la responsabilidad y amor que esta tarea conlleva”, recomienda Nazario.



Generaciones con visiones diferentes 

La realidad es que muchas mujeres están viendo la maternidad como una opción y no necesariamente como un proyecto de vida. En eso ha tenido mucho que ver que, a diferencia de generaciones anteriores, las mujeres han tenido oportunidad de educarse y tener una profesión.

“La educación superior que las mujeres han podido obtener les ha dado el control de su sexualidad y de la natalidad. De hecho, a mayor educación hay una merma en la cantidad de hijos que generalmente se tienen. Son mujeres profesionales que no están dispuestas a los embates de todo lo que conlleva la maternidad”, afirma Rivera.

Y aunque Nazario está de acuerdo, resalta que también se debe tener en cuenta que esa decisión también debe ir acompañada de la medidas necesarias para que ese hijo “no llegue por casualidad”.

“Si después de hacer ese análisis y discutir las razones con un profesional entiendes que no estás preparada para tener hijos, tienes que cuidarte y protegerte. Por que si lo tienes, quien va a sufrir las consecuencias va a ser ese hijo”, advierte Nazario, tras subrayar que un niño viene al mundo a ser feliz a tener calidad e vida.

De hecho, la consejera hace la analogía de que es como cuando vas a escoger una profesión; tienes que educarte, prepararte y asegurarte que te gusta. Si eso no se hace, te vas a convertir en un profesional ineficiente y amargado.

“Se toma una decisión equivocada por complacer o quedar bien con la sociedad”, agrega.

Nazario enfatiza en que se evalúe y se busque ayuda profesional para confirmar más allá de toda duda, qué es lo correcto. Especialmente, para que después, la persona no se arrepienta del camino que ha tomado.



Tendencia en auge
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A juicio de Rivera, la decisión de muchas mujeres de no tener hijos es una tendencia cada vez más en auge, indistintamente de la cultura en que se viva.

“También se está viendo que muchas mujeres dejan la maternidad para más tarde en la vida, cuando se sienten más maduras y más establecidas. Hoy tienen la opción de ser profesionales y no necesitan sentirse madres para ser felices”, agrega la consejera.

Además destaca que hay mujeres que ven la maternidad como una alternativa. “Deciden que les gusta más la vida profesional, viajar o disfrutar de la vida en pareja. Es una visión muy distinta a la que tenían las mujeres años atrás”, afirma.

Pero eso no los exime de que sean criticados y presionados porque los demás no entienden esa decisión. En esos casos, Rivera recomienda que desde un principio se debe dejar claro que la decisión de la natalidad es de la pareja y que juntos han determinado que los hijos no son una alternativa.

“Siempre se debe ser directo y enfocarse en lo bien que están como pareja y que no necesitan de un hijo para ser felices”, aconseja Rivera, quien cree que es la única forma que vas a terminar las dudas y parar que esa persona siga insistiendo en saber los motivos de por qué no son padres.

Si es una mujer soltera la que desde un principio ha decidido que tampoco quiere tener hijos, la consejera dice que también debe actuar de forma franca y directa para decir claramente que no le interesa la maternidad.

“Aunque puede ser criticada, también se puede ver como un acto de valentía y de afirmación femenina; es un poco ir educando a las personas que la maternidad es opcional y que no hace falta para sentirnos plenas o realizadas”, asegura Rivera.

De hecho, pasa lo mismo cuando las parejas que deciden desde un principio que no quieren tener hijos. Pero están tan presionados por la familia o las amistades que llegan a sentirse diferentes o raros. Simplemente, porque han decidido que no les interesa agrandar la familia y que no necesitan de un hijo para sentirse “realizados o plenos”.

Por eso Nazario cree que se debe reforzar la autoestima y que ambas personas se conozcan bien para poder lidiar con las opiniones de la gente.

“En la medida que hayas hecho el análisis y buscaste ayuda profesional eso te va ayudar a decirle a la gente que es una decisión bien pensada”, recomienda la consejera.

Rivera también resalta en la importancia de ser directo y decir, sin necesidad de ofender, en que respetas su opinión y que también esperas que se respete la tuya.

En ese sentido, Nazario también resalta en la importancia de que las decisiones que se toman con el libre albedrío que todos tenemos, sean las correctas “y no nos traigan después consecuencias o que nos tengamos que arrepentir”.

Algunas recomendaciones

• Antes de tomar la decisión de tener o no tener hijos, es importante que te eduques y analices minuciosamente los pros y contra de esa decisión a corto y largo plazo.

• Esta decisión se debe tomar en pareja y se debe analizar seriamente en las conversaciones durante el noviazgo.

• No cometas el error de decidir ser madre o padre de forma unilateral, creyendo que con el tiempo la otra parte cederá y entenderá. Eso puede provocar más dificultades.

• Tampoco debes tener hijos para intentar ocupar posibles carencias en la pareja, pensando que la llegada del bebé evitará la ruptura de la relación.

• La decisión de no tener hijos también debe ir acompañada de la medidas necesarias para no quedar embarazada.

• Si te sientes presionado porque los demás no entienden la decisión de no tener hijos, los expertos recomiendan que desde un principio dejes claro que la decisión de la natalidad es de la pareja y que juntos han determinado que los hijos no son una alternativa.

Busca ayuda profesional que te ayude a reforzar la autoestima y para entender que es una decisión muy personal y eso no te hace egoísta o menos sensible.

• Cuando hables con familiares y amistades sobre no tener hijos, es importante que dejes claro que es una decisión muy bien pensada, que respetas su opinión y que también esperas que se respete la tuya.

Fuente: Recopilado por El Nuevo Día

No te sientas mal si...

Eres una mujer profesional que, aunque piensas que en algún momento podrías evaluar tener hijos, siempre tienes algo más importante que hacer: como viajar, estudiar, desarrollarte en un trabajo que te apasiona o, simplemente, porque todavía no quieres tener esa responsabilidad o sientes que no estás preparada.

• Has pasado por un proceso de reflexión en el que evaluaste los pros y los contra de tener hijos y decidiste en conjunto con tu pareja que no te conviene.

• El hecho de tener la aptitud biológica para tener hijos no significa querer tenerlos. No los tengas solo por cumplir con las presiones familiares o sociales de que debes ser madre.

Fuente: Recopilado por El Nuevo Día

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